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En algún lugar de mi cerebro, las palabras piden ser escritas

Crueles intenciones que juegan a engañar nuestra mente vs el beneficio de la duda

Ahí está ella, hablando con su "amiga" quien le cuenta historias tergiversadas sobre el hombre que ama, lo que ella no capta son las crueles intenciones. La tal "amiga" también está interesada en ese hombre y para poder quedárselo, inventa patrañas y chismes de cosas que no ocurrieron o simplemente exagera en un gran porcentaje las cosas que tal vez ocurrieron... pero el punto crítico en esto es aquel comentario, sin ánimos de ayudar en forma positiva, más bien, separar.

Aveces no tenemos la más mínima idea de que las personas que más daño nos hacen, son los que creemos amigos, pues al llegar en forma sigilosa y diplomática, vendiendo una imagen de bien intencionados, manipulando cada palabra que dicen, adaptándola a su propia conveniencia y lo peor, riendo por dentro, al ver como su víctima, inocentemente cae en su trampa.

Llega el momento de que las dos personas enamoradas se encuentren, cuando la que está "avisada" estalla en recriminaciones, cambia su forma de comportarse o simplemente se cierra en una burbuja para apartarse del otro, sin siquiera darle oportunidad a que dé su versión.

Por lo general le creemos a esa/e "amistad" que nos vino con el "cuento" y con un resentimiento carente de oportunidad y perdón hacia la otra parte, terminamos la relación, dejando en el aire, la verdadera historia de todo y convirtiéndonos en inquisidores que no dieron la oportunidad a un inocente.

Pero... ¿cómo darnos cuenta quién trae mala intención?, ¿cómo detectar esos comentarios?, ¿cómo saber si es real lo que nos dicen, aunque aveces le preguntemos a la contraparte si es cierta esa historia y que al final decidimos creer la versión del "amigo" y no la de nuestra pareja? ¿porqué ocurre esto?????

Nunca entenderé esta naturaleza humana, de siempre creer la versión negativa y no la de la persona a la que amamos, la única conclusión que puedo sacar de esto es auto-protección, queremos evitar que nos hieran y sufrir, aunque en el fondo sepamos que existe una versión que nos podría arreglar todo este problema, entonces, ¿porqué no escuchar? ¿porqué no dar el beneficio de la duda?, cada quien tiene la libertad de dar ese beneficio de la duda, pero en lo que a mí se refiere, seguiré escuchando mi voz interior, ella casi nunca falla y si me da alerta amarilla, es porque se avecina el peligro... ´

Además, cuando el río suena, es porque piedras, trae, ¿no?

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